¡A mi pez la acosa un guppy depravado!

Un pez baila una danza de apareamiento sensual frente a una hembra de Skiffia bilineata que lo mira con una mezcla de estupefacción y creciente atracción sexual. Aún así duda; se parece mucho a un macho de su especie pero no acaba de estar segura. Él se percata y baila con más ahínco. Ella se deja seducir, cede ante la danza hipnótica y.. era un guppy.
Según la perspectiva ésto puede ser el guión de una mala película porno o de una película de terror ya que la cópula con un pez guppy no es nada agradable para la hembra de otra especie sino una verdadera agresión sexual. Es lo que se deduce de una investigación realizada entre el Instituto de Ecología de la Universidad Nacional Autónoma de México y la Universidad Saint Andrews de Escocia. El problema es que el guppy presenta muchas similitudes morfológicas y de conducta con especies en peligro de extinción de la familia godeide, como la Skiffia bilineata.

El ritual de apareamiento es muy parecido: los machos bailan una danza de cortejo ante la hembra para que ésta permita que el esperma del macho fecunde los huevos pero si bien el ritual es similar, no así la cópula ya que en la bilineata, la transferencia de esperma se realiza cuando entran en contacto los poros genitales del macho y de la hembra, pero en los guppies, la transmisión de esperma se realiza a través de un órgano extensor e intromisor, que se llama gonopodio, que tiene unos ganchos que lastiman a la hembra, ya que su aparato reproductor no está preparado para ello.

 

Algunas hembras rechazan el cortejo pero el guppy es un macho insistente y muy sexual, el 80% de su vida lo emplean en cortejar o copular, así que la sigue acosando esperando su oportunidad. Éste es el motivo por el cual la introducción de esta especie tropical en las aguas de México está afectando a su ecosistema, aunque afortunadamente las hembras tienen espacio para huir de los acosadores, cosa que no ocurre en una pecera donde, tarde o temprano, el macho guppy conseguirá consumar la agresión.

Por eso debemos tener especial cuidado con este pez en acuarios a la hora de escoger las hembras que van a convivir con él ya que puede darse este problema y acabar lastimándolas. Asimismo deberemos tener hembras de su especie suficientes, casi el doble ya que si no tiene hembras suficientes acabara acosando a las que ya estén preñadas y las estresará gravemente.